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Resistencia a Antibióticos

Iniciemos definiendo que son los antibióticos, estos son medicamentos destinados específicamente para combatir infecciones causadas por bacterias, evitando su reproducción, crecimiento o su vida como tal, tanto en personas como animales.

La resistencia a estos fármacos se crea cuando se ha generado una respuesta por parte de las bacterias para evadir las acciones de estos medicamentos. Se puede deber por un uso indiscriminado o incorrecto, por ejemplo, dar dosis menores a las recomendadas, o por tiempos menores a los recomendados por el fabricante o el medico a cargo; brindar antibióticos no específicos para la afección que se intenta tratar, y el más frecuente de todos, brindar antibióticos al más leve trastorno que se presente en la explotación y no se toma en consideración que existen afecciones que pueden ser causadas por virus, manejos incorrectos, hongos, parásitos, entre otros.

Según Torres, & Zarazaga, los antibióticos también pueden ser empleados en producción animal como promotores del crecimiento. Para este fin no se requiere el uso de la receta veterinaria, ya que son considerados aditivos del pienso, y existe una lista positiva de antibióticos autorizados en función de la especie animal.

El mecanismo por el cual los antibióticos favorecen el crecimiento no se conoce con exactitud. Básicamente actúan modificando cuantitativa y cualitativamente la flora microbiana intestinal, provocando una disminución de los microorganismos causantes de enfermedades subclínicas. Actúan también reduciendo la flora normal que compite con el huésped por los nutrientes. Todo ello conduce a una mejora en la productividad y reduce la mortalidad de los animales. Torres, C., & Zarazaga, M. (2002).

El principal problema que esto genera es que, al no respetar los tiempos de retiro en los tratamientos para animales, esas trazas de moléculas de los fármacos quedan presentes en los productos y subproductos de los mismos que son utilizados para la industria alimentaria para consumo humano. Por lo que al ser consumidos por el ser humano estas trazas son reconocidas por las bacterias presentes en el organismo y al estar presente en micro dosis se produce un reconocimiento por parte de las bacterias creando mecanismos de defensa como forma de supervivencia y que, al momento de necesitar dosis terapéuticas para dichos agentes, estos fármacos ya no cuentan con todo el potencial debido a las defensas creadas por lo microorganismos.

Según Fernández et al, 2003, dentro de las acciones de defensa bacterianas que estas crean, se encuentran:

El sistema de expulsión activa del antimicrobiano, una especie de bomba expulsora que utilizan las bacterias para la excreción de productos residuales o tóxicos, con la que puede eliminar además muchos de estos agentes antibacterianos.

Disminución de la permeabilidad de la pared bacteriana, con la pérdida o modificación de los canales de entrada (porinas).

La producción de enzimas inactivantes de los antibióticos constituye el tercer mecanismo por ejemplo la antibetalactamasas (ácido clavulánico, sulbactam y tazobactam).

Por último, algunos antibióticos ejercen su acción contra las bacterias uniéndose a una proteína esencial para la supervivencia de estas. La resistencia bacteriana se produce cuando el germen modifica la proteína diana, y cambia su función o produce enzimas distintas.

En la comunidad científica a nivel mundial pero más específico en la unión europea, se ha tenido mucha controversia por este tema ya que existen opiniones sobre que trabajar en la eliminación de ciertos fármacos como promotores de crecimiento en la alimentación animal ha sido muy precipitado ya que no existe evidencia suficiente. Sin embargo, numerosas publicaciones aparecidas en los últimos años destacan el elevado porcentaje de resistencias a antibióticos utilizados como promotores de crecimiento en cepas de origen animal (Torres, C., & Zarazaga, M., 2002). La prohibición de los antibióticos como promotores debe entenderse como una medida de seguridad en salud pública.

Dentro de las recomendaciones se destaca que se deben buscar nuevas alternativas al uso de los antibióticos en la alimentación animal. En este contexto, está el uso de aditivos en la dieta animal para poder controlar el crecimiento y proliferación de agentes patógenos. Las medidas que se pueden utilizar para mejora del crecimiento y rendimiento de los animales se encuentran:

– Prevención del estrés por medio del aumento de la calidad del agua y de los alimentos

animales y sobre todo de la mejora de las condiciones ambientales.

– Optimizar la nutrición para mejorar el estatus inmunológico de los animales.

– Erradicación de las enfermedades animales en la medida de lo posible.

– Selección de animales genéticamente resistentes.

– Sustancias químicas que favorezcan la optimización en la producción alternativas a los promotores de crecimiento y que sean seguras para los animales y el hombre: tales como prebióticos, probióticos, ácidos orgánicos, enzimas y extractos vegetales. Gimeno, O., & Ortega, C. (2005).

Se puede concluir que el tema de resistencia de antimicrobianos en la industria pecuaria es de los temas más controversiales desde que estos se empezaron a estudiar a profundidad. Cabe destacar que la importancia radica en realizar una concientización a las personas involucradas en la cadena pecuaria a hacer uso responsable de dichos fármacos, así como mejora de manejos principalmente para poder palear problemas de salud.  Hacer énfasis en la importancia que tiene contar con veterinarios capacitados de cabecera para poder hacer las recomendaciones y prescripciones necesarias acorde a las necesidades de cada granja.  Y finalmente emplear el uso de aditivos que ayuden a mitigar el uso de los mismos para una producción más limpia ya que es a lo que se encuentra encaminada la producción animal como en el caso de la unión europea.

 

 

Citas:

Arenas, N. E., & Melo, V. M. (2018). Producción pecuaria y emergencia de antibiótico resistencia en Colombia: Revisión sistemática. Infectio, 22(2), 110-119.

Fernández Riverón, F., López Hernández, J., Ponce Martínez, L. M., & Machado Betarte, C. (2003). Resistencia bacteriana. Revista cubana de medicina militar, 32(1), 0-0.

Gimeno, O., & Ortega, C. (2005). Antibioterapia y salud pública veterinaria; desarrollo de microorganismos resistentes, mecanismos de resistencia y estrategias para el uso prudente de antibióticos. Zaragoza (España) pp, 11.

Grande, B. C., Falcón, M. G., & Gándara, J. S. (2000). El uso de los antibióticos en la alimentación animal: Perspectiva actual the use of antibiotics in animal feeds: an actual perspective o uso dos antibióticos na alimentación animal: perspectiva actual. CYTA-Journal of Food, 3(1), 39-47.

Torres, C., & Zarazaga, M. (2002). Antibióticos como promotores del crecimiento en animales:¿ Vamos por el buen camino?. Gaceta Sanitaria, 16(2), 109-112.

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